Íncubos y súcubos: belleza mortal
Provenientes de leyendas occidentales, los íncubos y súcubos hacen referencia a demonios humanoides.
Desde el medievo al mundo moderno.
Caracterizados por poseer una increíble belleza, una gran carisma y un nivel de seducción que roza lo hipnótico. Debido a que la descripción general no permite que podamos identificarlos con total certeza, se pueden camuflar muy bien entre los poblados o ciudades.
Alimentándose de la energía vital de los hombres y las mujeres respectivamente.
En regla general, los íncubos suelen ser menos directos. Se les conoce como aquellos demonios que adoptan la forma masculina. Prefieren posarse encima de las bellas doncellas mientras duermen. Provocando la conocida parálisis del sueño. Aunque pueden llegar a tener relaciones con la víctima mientras duerme. Drenandola de vida hasta dejarla en un sueño eterno, del cual no podrá despertar.
Sin embargo, no todos abordan a su presa de esta forma. Existe un caso registrado en 1880.
Un chico que, por su apariencia, y número de mujeres asesinadas en su región, fue condenado. La descripción encajó a la perfección con los relatos medievales; hermosa sonrisa, ojos profundos e hipnóticos y un cuerpo seductor. De la anécdota se destaca una pulsera de metal que le permitía andar entre los mortales, y poder alimentarse de su energía.
No tan lejos de la realidad.
Por otro lado, las súcubos adoptan la forma femenina. De la cual se suele estar más familiarizado.
Ya que abundan las leyendas, cuentos o relatos de familiares, conocidos e incluso historias que describen a una mujer de belleza sin igual. Que por lo general se mantiene en los recuerdos del hombre, incluso mucho tiempo después del encuentro.
Se suelen presentar ante la víctima como una mujer indefensa. Con poca ropa o desnuda, y la clara disposición de seducir al extraño. Se alimenta de la sangre de los hombres, y posee la capacidad de absorber la energía vital de los hombres desde su semen.
En el mundo en que estamos que idolatra la belleza, podrían convivir con nosotros y pasar desapercibidos. Y es posible que quizás te hayas topado con alguno. Acaso… ¿Te ha recordado a alguien?
yo vivo con paralisis del sueño, pero se volvio natural en mi vida, ya no le temo en realidas tengo un escudo que me protege